En un proyecto de wayfinding tenemos dos elementos clave: las flechas y los pictogramas. También podemos sumar la tipografía, el color y los materiales como componentes esenciales de una señalización efectiva.
Si la señalización de un lugar fuese una receta, el primer ingrediente y uno de los más importantes serían las flechas, ya que resuelven la mayoría de necesidades comunicativas.
Las flechas son consideradas un símbolo de comunicación universal y para nuestros proyectos son un elemento clave, nos permiten reducir el ruido visual agrupando direcciones y generar flujos de personal efectivos.
Para su diseño siempre tenemos en cuenta el contraste de colores para que sea claramente visible para el usuario. Este uso de los colores y la propia forma de la flecha consigue que podamos convertirla en un elemento de branding más, convirtiéndo todos los elementos de señalización en una extensión de la marca.
Uno de los errores más comunes en el uso de flechas es ponerlas apuntando al texto, o que el texto se interponga entre la flecha y el objetivo, esto puede crear confusión al usuario.
A la hora de hacer más efectivo el mensaje solemos colocar en un mismo bloque de información las flechas y en otro distinto los textos, de modo que la información es muy visual y el mensaje que enviamos tiene una lectura simple.